APRENDER A COMUNICARSE EN LAS AULAS (Carlos Lomas)

En este artículo el autor nos plantea cómo el currículo es un contexto de comunicación y con ello cómo el aula funge como los escenarios comunicativos orientada al aprendizaje de la comunicación

Para muchos alumnos, aprender de los maestros debe resultar un proceso misterioso, arbitrario y difícil, cuya solución puede consistir en concentrarse en intentar hacer y decir lo que se espera: una solución básicamente ritual. Un mayor énfasis sobre la importancia del lenguaje y de la comunicación para la creación de un sentido compartido del significado puede ayudar a que la educación en clase sea una cuestión más abierta y explícita y, por tanto, un proceso menos misterioso y difícil para los alumno

(Edwards y Mercer, 1988: 188)

Hasta hace poco tiempo todo lo que sucedía en el aula era interpretado tomando como base a la psicología y a la sociología.

Mientras que la sociología se encargaba de seleccionar los saberes e ideologías que se deberán transmitir, la psicología se enfoca en seleccionar aquellas estrategias y métodos que permitieran una mayor apropiación de los temas por parte de los alumnos.

Actualmente esto ha cambiado ya que los estudios no se basan únicamente en lo que las personas piensan o en los contenidos, puesto que se ha integrado todo aquello que sucede en el aula pues es en esta donde el alumno escucha, se distrae, platica, comenta, se aburre, comienza con amistades, etc.

El salón de clases no es sólo un escenario que se mantiene estático, pues así como ya se mencionó suceden una gran variedad de actividades incluyendo al profesor, pues éste se comunica con los alumnos de diferente manera según sea el caso.

Por ello el currículo no es sólo el escenario donde se desarrollan los contenidos, pues dentro de este también se incluye hablar, leer, comentar, participar, aprender qué, cómo y cuándo decir algo.

COMPETENCIA COMUNICATIVA Y EDUCACIÓN

Quienes enseñan en las aulas están casi siempre de acuerdo en que el objetivo esencial de la educación lingüística, es la mejora del uso de esa herramienta de comunicación y de representación que es el lenguaje. La educación lingüística se oriente al dominio expresivo y comprensivo de los usos verbales y no verbales de la comunicación, hablar de manera apropiada, entender lo que se escucha o lo que se lee, expresar de forma adecuada las ideas, los sentimientos o las fantasías, saber cómo se construye una noticia o un anuncio, saber argumentar, persuadir y convencer, escribir un informe o resumir un texto.
La educación como un aprendizaje de la comunicación exige entender el aula como un escenario comunicativo, supone contribuir desde las aulas al dominio de las destrezas comunicativas más habituales en la vida de las personas No basta con proclamar los objetivos comunicativos de la educación lingüística. Es necesario adecuar los contenidos escolares, formas de la interacción en el aula, métodos de enseñanza y tareas del aprendizaje.

La lengua en la escuela se convierte a menudo en una retahíla de contenidos académicos que casi nada tiene que ver con el uso habitual que de esa herramienta de comunicación que es el lenguaje se hace fuera de los muros escolares. El aprendizaje de los alumnos y de las alumnas se orienta al conocimiento, con frecuencia efímero, de un conjunto de conceptos gramaticales y de saberes lingüísticos.

 HABLAR EN CLASE

  Es importante remarcar  que  la evolución de las ciencias del lenguaje  en donde  el auge de disciplinas como la pragmática,  la socio-lingüística, la etnografía de la comunicación, el análisis del discurso y la psicología del lenguaje de orientación cognitiva. Estas teorías  sobre el uso lingüístico se interesan por el modo en que ocurren en la vida real los intercambios comunicativos, por la forma en la que se producen los fenómenos de la expresión y de la comprensión entre las personas, por cómo se adquiere y desarrolla el lenguaje y por el papel que desempeña en todos esos procesos la interacción social.

 Hablar: es  la forma cotidiana, diversa (que  adquirimos  con el tiempo), espontánea  y regulada;   una de  las características del habla es que  es parte  importante de  nuestra  identidad  sociocultural  que nos  permite  estar  inmersos  y  tener  cierta  afinidad con  la  personas de  muestra  sociedad.

LEER, ENTENDER Y ESCRIBIR

 En educación no basta con saber qué es la lectura,  sino, más bien qué significa leer y cuáles son las habilidades, las estrategias y los conocimientos implicados en la comprensión de los textos. Una adecuada comprensión de los textos escritos favorece el aprendizaje escolar de los contenidos de las distintas áreas y materias del currículo.

Leer:
Es uno de los objetivos esenciales de la educación.
Favorece el aprendizaje escolar.
Ayuda a que niños y niñas mejoren en el uso del lenguaje como herramienta de comunicación.
Se amplía el lenguaje
Ayuda a la  comprensión del mundo.
Leer, entender y escribir, son acciones que trascienden el ámbito escolar al insertarse en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana de las personas.



Aunque en este mundo, las TICs están reemplazando la forma de hacer muchas cosas; no han sido capaces de reemplazar, a pesar de los años, lo que la lectura y la escritura, implican para todos los seres humanos. Pues forman parte de nuestra manera de relacionarnos y entender el mundo.

MEDIOS DE COMUNICACIÓN DE MASAS, HIPERTEXTOS Y ALFABETIZACIÓN

Nuestra  actual sociedad   nos dice que sus ideas sobre el mundo y sobre las personas no sólo dependen de los saberes adquiridos en los escenarios del aprendizaje escolar o en el seno de la familia. Cada vez más sus ideas sobre el mundo y sobre las personas tienen su origen  en los medios  de comunicación como: la televisión y la publicidad o en los contenidos que circulan por las autopistas electrónicas de la información.

En esa conversación simbólica que tiene lugar entre las personas y discursos como el televisivo, el publicitario o Internet todo se orienta, más allá de su aparente finalidad informativa, narrativa o comercial, a erigir tales discursos en intermediarios entre la mirada de la infancia y de la adolescencia y el mundo que les aguarda.

  Los emancipadores de la educación y las formas concretas mediante las cuales industrias culturales como la televisión, la publicidad e Internet instruyen a la infancia, a la adolescencia y a la juventud que acude de lunes a viernes a los centros de enseñanza.